Ni Oscar ni su "fotracá" de tíos se presentaron, si lo hicieron Ángel Gallart del club Sedaví, Rafa Gil de amigos del buceo y por supuesto Calo, todos con equipo seco, todos menos yo que en un exceso de chulería seleccioné un equipo húmedo mono-pieza, eso si con chaleco de calor y camiseta térmica (chulería que pagaría cara).
Decidimos navegar hasta El Saler, a ver si encontrábamos algún resto de ánfora. Soplaba viento de tierra, 300º, el fondo corto 13m y el agua a 13º, visibilidad aceptable para ser El Saler. Solo encontramos arena y mas arena, a los 25´de inmersión decidí que ya había pasado suficiente frío, avisé a mis compañeros y siguiendo la linea guía deshice el camino hasta el ancla de nuestro barco, se vino conmigo Rafa, su equipo se había inundado por un fallo en el sellaje del cuello (estaba helado). Al poco de haber subido al barco emergieron Ángel y Calo, euforicos porque habían visto un caballito de mar, un caballito tíos, muy sencillito, muy pequeñito, pero difícil de ver.
Navegada de vuelta, enjuague, y cerveza en la terraza de la Marina Sur. No vamos a dar mucha tregua al año nuevo antes de volver al agua.
Sin cámaras, sin fotos.
DS.
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