Nos fuimos a visitar la escollera del emisario de Vera, en aguas cortas. La visibilidad estaba justita y el agua que mordía. Poco que reseñar de ese sitio, salvo unos nudibranquios de colores imposibles.
Nuestros "semisecos" se portaron bien y nadie pasó excesivo frío, pero las manos con guantes "standard" se querían subir al barco.
Ahh, las cervezas y bocatas del ESCONDITE de la Marina Real, perfectos.
Salud.
foto Pepa
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